Image: Paloma Polo

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Arte

Paloma Polo

“El artista es un 'instrumento' dentro de una política cultural”

20 enero, 2012 01:00

Paloma Polo. Fotografía: Masha Ru

No ha cumplido los 30 y ya es uno de los referentes del arte joven español que más proyección internacional cosecha. Instalada en Ámsterdam, la madrileña Paloma Polo tiene la mirada puesta en explorar el modo en que contamos historias, en recuperar relatos paralelos para tomar conciencia de las diferentes dimensiones que la realidad adquiere. La última de sus investigaciones le ha llevado a una Posición aparente que el próximo miércoles se instala en el programa Fisuras del Museo Reina Sofía. Una expedición científica datada en 1919 que habla de verdad, falsedades y relatividad.

Es exigente, rigurosa y tenaz. También algo insatisfecha con el resultado de sus trabajos, pese a ser esa insatisfacción lo que la incentiva a ser más eficaz y eficiente. Le interesa la filosofía de la historia, la eficacia simbología que las representaciones generan y cómo la política proporciona infraestructuras para la creación de conocimiento. Cómo se crea la Historia, cómo se transmite y qué aprendemos del modo en que se cuenta.

Para cada proyecto, Paloma Polo (Madrid, 1983) trabaja en un completo campo de estudio: rastrea bibliotecas y lecturas, se rodea de expertos y asocia áreas de conocimiento en las ciencias sociales para conseguir la visión más amplia. Confiesa que es lenta trabajando, aunque el tiempo ha jugado a su favor situándola como una de las artistas españolas con más futuro. La conocimos en 2007 en la Muestra de Artes Plásticas Injuve, en Madrid. Luego en Circuitos y Generaciones 2011. También, en exposiciones como Antes que todo y Estación experimental, en el CA2M de la Comunidad de Madrid.

El próximo miércoles ocupará el Espacio Uno del Museo Reina Sofía con Posición aparente. En el proyecto lleva trabajando más de dos años. El punto de partida es un hecho histórico, la expedición del astrónomo Arthur Eddington en 1919 a la isla de Príncipe, situada en el golfo de Guinea, con el propósito de verificar la teoría de la relatividad de Einstein, sólo demostrable durante un eclipse solar. El resultado es una película, un proyecto fotográfico que reúne 14 placas de vidrio realizadas con la misma técnica que se emplearía en 1919 y una publicación sobre lo poliédrica que puede llegar a ser cualquier historia. Paloma Polo recrea la de esta isla, territorio colonial portugués, una de las productoras mundiales de cacao y una de las que más controversia internacional tuvieron debido al uso de mano de obra esclava. La artista pronto comprobó que las circunstancias políticas quedaron en un segundo plano ante la relevancia que tuvo el exitoso experimento científico de Eddington. Aunque el éxito fuese, también, relativo.

Expedición con nubes
El 29 de mayo de 1919 tuvo lugar el eclipse, con un cielo repleto de nubes. Poco ayudaron a Eddigton y los resultados fueron pobres. "No existe documentación fotográfica sobre la expedición y apenas sobre la isla en general", explica la artista. "Las placas fotográficas que se tomaron del eclipse se perdieron en los años 70. No queda rastro de una imagen o prueba material. En este sentido, para reflexionar sobre la expedición sólo podemos remitirnos a los discursos, estudios, ensayos y diálogos controvertidos que existen del tema".

Partiendo de la ausencia de imágenes, Paloma Polo trabaja con todo este material documental para recrearlas. El proyecto funciona como testimonio de una ausencia que hace reflexionar sobre cómo se maneja la información. "Mis investigaciones me llevaron a encontrar el lugar exacto en la isla donde se produjo la observación. En agosto de 2011 propuse a la comunidad local colaborar conmigo. La relación que establecí con ellos hizo posible una intervención en la plantación Roca Sundy, elegida por Eddington para realizar las observaciones. El trabajo consistió en trasladar un monumento conmemorativo de la expedición que existe desde 1989 en la plantación al lugar específico en el que se produjo la observación. Esta acción constituye el motivo de la película", dice.

En ella, vemos a los habitantes de Príncipe arrancando del suelo el monumento para desplazarlo al lugar exacto donde Eddington hizo su hallazgo, a 700 metros de distancia. "Este monumento ha cobrado un nuevo sentido para la población local pero no cambia ni altera la historia de lo sucedido en 1919", añade. "Este trabajo insiste en lo físico, lo espacial, en localizaciones específicas, en llevar a cabo un ejercicio visual para tratar de establecer un ‘aquí y ahora' histórico. En este sentido, ésta es mi respuesta al curso de los acontecimientos históricos que he estudiado: Eddington tuvo que valerse de resultados pobres para determinar cuál era la posición aparente de las estrellas que se encontraban próximas al Sol, lo que exigió un enorme esfuerzo. Las mediciones que realizó se basaron en imágenes que no reunían la precisión necesaria. Hoy en día este hecho sigue siendo controvertido. A pesar de ello, la Sociedad Real de Astronomía Británica emitió un comunicado el 6 de noviembre de 1919 corroborando la tesis de Einstein.

Es fundamental la relación que se establece entre unos hechos, sus pruebas fácticas y las diferentes representaciones que éstos proyectan en campos de estudio filosóficos, sociales, políticos o económicos", explica. Como en otros de sus trabajos, Posición aparente habla de lo maleables que son las construcciones culturales, de lo mediática que es la producción de cualquier representación, de metodologías de poder. Teoría de la relatividad
No es gratuito que Paloma Polo rescate esta historia colateral a la teoría de la relatividad de Einstein. ¿Existe una sóla idea de verdad? "El historiador Carlo Ginzburg explica en El Juez y el Historiador cómo el término ‘representación' ha adquirido una exagerada importancia, devaluando en este proceso el valor que se le da a las nociones de prueba y verdad, conceptos pasados de moda. Me interesan los mecanismos que legitiman una idea de verdad, las necesidades históricas, políticas y sociales que establencen consensos a ese respecto. Ahora bien, refugiarse en el relativismo para abordar estas cuestiones me parece una postura demasiado cómoda y falsa, desde este posicionamiento uno no puede enfrentarse adecuadamente al resto del estudio de la historia y de la sociedad general. En eso estoy completamente de acuerdo con Ginzburg, para quien este posicionamiento es importante".

Tampoco es gratuita su alusión a los astros y a los eclipses. Precisamente, su primera muestra individual, en el Centro de Arte Joven de Madrid, contuvo uno de ellos, El eclipse, un vídeo de 2008 inspirado en un libro del astrónomo Camille Flammarion, un diálogo entre un rayo de luz, Lumen, y su interrogador, Quarens, en un plató de televisión donde discuten sobre el valor, la verosimilitud y el poder de las representaciones. También el amplio proyecto Path of Totality es una investigación en torno a la historia de la Astronomía durante el siglo XIX y principios del XX. Fue uno de los protagonistas en la última feria Frieze, en Londres de la mano de su galería Maisterravalbuena.

Ciencia y mercado
-¿Por qué ese campo de estudio y no otro?
-Trabajo sobre la historia de las expediciones para observar eclipses y la relación que existe entre estas empresas científicas y la expansión de los mercados y economías occidentales. La experiencia de realizar observaciones en un momento de total oscuridad es semejante a cómo un investigador comienza su tarea, tanteando a oscuras. Sin embargo, estos instantes de oscuridad pueden ‘arrojar luz' sobre incógnitas que a posteriori contribuirán a la producción de conocimiento. Posición aparente propone este momento de oscuridad, como metáfora para analizar las tensiones implícitas en la voluntad de definir una experiencia, como acontecimiento y como experimento científico.

Paloma Polo dice aproximarse al arte desde el escepticismo, la incertidumbre, el deseo. Le interesa la comunicación no verbal, el discurso como herramienta que asigna valor a las cosas, el lenguaje. El suyo tiende a ser deliberadamente cinematográfico, pese a que "no pretendo confundir al espectador ni inducirle a creer que se enfrenta a una ficción. Son mis herramientas expresivas. A través de ellas trato de crear sentido y eso es lo más próximo a la verosimilitud que puedo alcanzar", advierte. El director inglés Peter Watkins, precursor del falso documental, es uno de sus referentes: "Como a él, me interesa retratar conflictos y problemáticas reales permitiéndome todas las libertades que la imaginación y el lenguaje audiovisual proporcionan", dice.

Con el cine en el horizonte
Confiesa que en futuro le gustaría realizar un largometraje dentro de lo puramente cinematográfico, pese a encontrar la industria del cine demasiado rígida y estructurada. Como artista, tiene claro su papel: "Uno tiene que ser consciente de que es un ‘instrumento' dentro de una política cultural. Las razones por las que un artista gana visibilidad no son casuales, y no siempre tienen que ver con la calidad de su trabajo. Tengo la impresión de que el arte está entrando a formar parte de la industria del entretenimiento", añade. Las convocatorias para artistas jóvenes "proporcionan visibilidad y, desde luego, ayudan. Pero no creo que sean condición suficiente para validar a un artista. No creo que hoy en día un artista jóven lo tenga tan difícil. La condición del artista puede ser precaria y siempre incierta. Hay muchos profesionales, sobre todo ahora en España, que trabajan en unas condiciones laborales extremadamente precarias. Aún así es más productivo trabajar que quejarse. El artista debe tener una postura más activa en la sociedad", añade.

Lo dice desde la distancia que le da llevar seis años viviendo fuera de España. Ámsterdam se ha convertido en su casa tras su paso por De Ateliers, una de las residencias para artistas de referencia en Holanda, y Gasworks, en Londres. De Madrid recuerda "una educación muy pobre, pese al apoyo incondicional de algunos profesores. Durante esa época fui totalmente autodidacta. Me frustraba que ninguno de mis compañeros tuviera un especial interés en dedicarse a la práctica artística. No tenía un contexto crítico desde el que poder trabajar y establecer diálogos", explica. "En España existen muchos menos artistas jóvenes profesionales que en otros países de Europa. Hace falta mucho más que dinero para que se creen contextos de trabajo productivos e interesantes".