ARTE

Así es la escultura de Cristina Iglesias en San Sebastián, uno de los grandes hitos artísticos de 2021

En el faro de la isla de Santa Clara, frente a la bahía de Donostia, la escultora Cristina Iglesias ha creado un enorme vaso de bronce conectado con el mar. Una instalación que rinde homenaje al fondo marino. 
Así es la escultura de Cristina Iglesias en San Sebastin uno de los grandes hitos artísticos de 2021
© DANIEL SCHÄFER

La primera escultura de Cristina Iglesias (San Sebastián, 1956) en su ciudad natal es, en realidad, una experiencia. Un viaje que comienza en el embarcadero del puerto de Donostia y en un barco que recorre el corto trayecto entre la bahía y la isla de Santa Clara. "Las condiciones meteorológicas también influyen en la obra y aquí son muy cambiantes", nos explica la artista mientras atracamos. Allí, en la casa del farero, abandonada desde los años 60 pero restaurada a petición de Iglesias, la donostiarra ha insertado un enorme vaso de bronce tatuado con las formas del fondo marino, "una ficción que te crees", cuenta. 

© DANIEL SCHÄFER

La pieza llamada Hondalea, que significa profundidad abisal en euskera antiguo, tiene muchas posibilidades de convertirse en una de sus mejores obras, quizá la más compleja. "Quería que hablase de la topografía, la geografía y la composición de las costas de San Sebastián y de cómo protegerlas. Espero que sirva como inspiración y como registro a partir del cual construir una escultura que evoque algo en la memoria del espectador", asegura. Sin embargo, cuando en 2016, al recibir el Tambor de Oro de su ciudad, el alcalde Eneko Goia le propuso trabajar en Donostia, Iglesias barajó otros escenarios, el monte Urgull entre ellos. Pero a la postre ninguno resultó tan bueno como este que representa, nos dice, "la idea de lo remoto dentro de la ciudad". 

La obra, de casi 15 toneladas, es un regalo de la artista a San Sebastián, una carta de amor que ha tardado mucho en llegar (es su primera pieza en la ciudad que la vio nacer). "Es una ficción, una ilusión, un tesoro. Da la sensación de que ese agua que sube (bombeada de forma artificial) son golpes de mar que se suceden. Tiene algo de respiración, está vinculada a las mareas", concluye. En paralelo, el Aquarium celebrará un simposio internacional dirigido por James Lingwood sobre la protección de las costas y el Museo San Telmo organizará una exposición sobre Hondalea. Todo un homenaje a el mar, la mar.